sábado, 19 de marzo de 2011

Día del papi


(Mi papi, Alcalá del Júcar, Diciembre 2010)

Siempre que visitamos esta isleta mi padre me cuenta la historia de que la primera vez que mi madre lo llevó a este mágico lugar supo que se casaría con ella, que era la mujer de su vida. Y no se equivocó.

Pasear por este pueblo con encanto siempre me devuelve la vida, me revitaliza y me ayuda a renovar las malas energías provocadas por el ritmo frenético de vivir en la capital, cosa que me encanta pero de la que es necesario desconectar cada cierto tiempo. Si a la felicidad que te produce caminar por Alcalá del Júcar le unes la compañía de este personajillo hace que me sienta aún más afortunada de tener la vida que tengo.

Mi padre ha sido mi guía desde que tengo uso de razón, recuerdo de ser una enana y conversar con él sobre mil aspectos de la vida. Nunca nos ha dicho lo que teníamos que hacer, nunca nos puso normas, no fue autoritario ni nos castigó. Él sólo nos cuenta historias, anécdotas, experiencias, nos invita a la reflexión y, lo más importante, siempre ha predicado con el ejemplo. Desde hace unos años, desde que nos mudamos a Madrid, mi hermana y yo vivimos separadas de él pero con la suerte de seguir sintiéndolo cerca porque, aunque hablemos poco debido a las vidas ajetreadas que llevamos, muchas mañanas nos sorprenden mensajes de "Buenos días princesa" o simplemente con un "Te quiero" y, la verdad, hace que me sienta una privilegiada.

Cuando el ritmo frenético nos permite descolgar el teléfono y dedicarnos unos minutos a escucharnos las voces, nunca faltan algunas de sus reflexiones, lecciones de vida o palabras de ánimo. Y aunque muchas noches, no os voy a engañar, daría lo que fuera por estar a su lado, apoyar mi cabeza en sus piernas y sentirme niña otra vez, el hecho de estar lejos y sentir que los cuatro miembros de mi familia seguimos tan unidos es el mejor REGALO que la vida puede darme.

Da igual el día de curro que haya tenido, que no me respondan a ese sms que mandé hace dos días, que haya perdido amistades importantes, que el pantalón me quede más apretado de lo que debía o que la nevera esté medio vacía... Tengo una fuente de energía que no se agota, llena de valentía, superación, optimismo y humildad. Tengo a mi hermana, tengo a mi mami y tengo a MI PAPI, ese ángel de ojos azules que te mira, te sonríe, te da un abrazo y entonces ya sabes que nada malo puede pasar.

Para mí todos los días son Días del Padre por eso intento regalarle cada día un trocito de mi felicidad, que sé que es la suya. TE ADORO PAPI, nunca me cansaré de darte las gracias por enseñarme tanto. Te mando un abrazo de esos que sé que eres capaz de sentir como yo siento los tuyos y sí... que gane el Madrid :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario